La canción de Navidad "La Virgen y el Ciego" no solo es una melodía festiva, sino también un portal hacia una historia antigua llena de misterio y milagros.
Este artículo busca arrojar luz sobre los aspectos menos conocidos pero igualmente fascinantes de "La Virgen y el Ciego", invitando a los lectores a explorar la riqueza cultural y espiritual que se encuentra dentro de esta canción navideña icónica.
La letra de "La Virgen y el Ciego" transmite varias moralejas y enseñanzas profundas que pueden resonar con los oyentes. Aquí algunas posibles interpretaciones:
Generosidad y Compasión:
La generosidad de la Virgen María al compartir las naranjas con el ciego refleja la importancia de la compasión y el acto desinteresado. Nos enseña a estar atentos a las necesidades de los demás y a ser generosos con lo que tenemos.
Milagros en lo Cotidiano:
El milagro de la recuperación de la vista del ciego a través de la intervención de la Virgen destaca que los milagros pueden ocurrir en los momentos cotidianos. Nos insta a apreciar lo extraordinario en lo común y a encontrar la magia en las pequeñas cosas de la vida.
La Fe como Sanación:
El ciego recupera la vista gracias a su fe en la Virgen. Esto sugiere que la fe y la creencia pueden tener un poder sanador. La enseñanza aquí es que la fe puede ser una fuente de fortaleza y esperanza, permitiendo superar las adversidades.
La Importancia de la Familia:
La Virgen comparte las naranjas no solo con el niño, sino también con San José. Este gesto destaca la importancia de la unidad familiar y cómo el apoyo mutuo contribuye a superar los desafíos. Nos enseña sobre la solidaridad y la fuerza que se encuentra en las relaciones familiares.
Renovación y Renacimiento:
El detalle de las naranjas que florecen nuevamente después de ser recogidas por el niño sugiere un ciclo de renovación y renacimiento. Esto podría simbolizar la idea de que incluso cuando damos, no perdemos, sino que experimentamos una renovación continua. La vida te duvuelve con creces aquello que tu das a la vida.
En conjunto, la letra de "La Virgen y el Ciego" ofrece un mensaje de esperanza, fe y benevolencia, alentando a los oyentes a reflexionar sobre la importancia de valores fundamentales en la vida diaria. La canción invita a la reflexión sobre cómo nuestras acciones, impulsadas por la compasión y la fe, pueden tener un impacto positivo en nosotros mismos y en los demás.
Letra de «La Virgen y el ciego»
Camina la Virgen pura,
De Egipto hacia Belén,
Y a la mitad del camino,
Al niño le ha dado sed.
No pidas mi vida, agua de beber,
Que turbio el arroyo la suele traer.
Allí arriba en aquel alto,
Hay un verde naranjel,
Cargadito de naranjas,
Que más no puede tener.
Un hombre las guarda,
Que no puede ver,
Un cieguito cuida de este naranjel.
¿Puede darme una naranja?
¿Puede hacer una merced?
Escójala usted señora,
Las que sean menester.
Que la sed del niño,
Pueda entretener,
También a su esposo,
Y otra para usted.
Y el niño como era niño,
No dejaba de coger,
Cuantas el niño cogía,
Volvían a florecer.
La Virgen María,
Tomó solo tres,
Una le dio al niño,
Y otra a San José.
Apenas se va la Virgen,
El ciego volvió a ver,
¿Quién ha sido esa señora?
¿Quién ha sido esa mujer?
Es la Virgen pura,
Que va hacia Belén,
Dio luz a mis ojos y al alma también.
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